Los peces contribuyen a nuestro ambiente
(Con motivo del pececito en la fuente de la BCN)
Por Francisco Feliciano Sánchez
En el jardín del frente de la Biblioteca de Ciencias Naturales tenemos un estanque con agua y una fuente que silenciosamente le reza su oración. Desafortunadamente, cuando se desconecta el motor de la fuente, el estanque se convierte en un criadero de mosquitos y eso no es bueno para nuestra salud.
Por mucho tiempo he intentado criar peces en la brevedad del estanque. Traté con unos guppys (Poecilia reticulata), pero no tuvieron suerte y murieron o se los comieron los sapos. La intención fue evitar que el estanque, que junto al árbol de orquidea (Bauhinia variegata) y las miramelindas ( href="http://www.wvu.edu/~agexten/hortcult/flowers/impatien.htm">Impatiens wallerana) crean una ambiente de tranquilidad, se convirtiera en un criadero del aedes aegypti, mosquito que trasmite el href="http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/001374.htm">dengue.
Confieso que a pesar del pavor que me provocan las enclenques criaturas voladoras que veo a través de la ventana, esa combinación de luz y sombra, rumor de agua que cae y el paso del viento, me permiten de vez en cuando meditar entre préstamo y préstamo de libros y de computadoras. Tal vez algún día, cuando ya no esté, vendré a buscar los ojos que habré dejado en alguna de esas hoja o en el fondo del agua silenciosa.
Mantener unos peces en el estanque es una buena idea. Además, es entretenido y nos libera de tensiones. Al menos eso es lo que espero, ahora que después de treinta años calendario -me inicié aquí como Bibliotecario Auxiliar el 1ro de septiembre de 1976- trabajando todas las noches de lunes a jueves, sábado y domingo- paso por una crisis en este empleo. Cosas que espero que pasen pronto, porque he dejado mucho de mí en ete espacio. Hay mucho de mi espíritu en este ambiente donde tan vez he escrito una centena de poemas.
No soy muy dado a creer en ciertas cosas, pero con el intercambio de elementos y creencias de otras culturas, si alguna otra creencia me ayuda, la acepto. Este es el caso del Feng-Shui.
La palabra china para pez es "yu", que es la misma que se emplea para designar "éxito". Si se tienen unos cuantos peces en nuestro estanque, estos podrían anticipar el éxito que esperamos en nuestras vidas. Por esta razón he deseado contribuir con mi pececito dorado (Carassius auratus).
Mi pececito, recién adquirido, acaba de enviudar. Como salgo de viaje y no tengo quién lo cuide, lo traje al estanque de la Biblioteca. Tal vez aquí tenga mejor suerte que en el envase donde vivía y contribuya a un ambiente positivo. Me explico.
Mi pececito dorado está en el estanque porque poco a poco intereso cambiarle la energía negativa que últimamente se ha apoderado de nuestro ambiente de trabajo. Nos rodea una falta de paz. Hay una ruptura del ambiente espiritual que hemos luchado por mantener por años. No es que me haya vuelto pagano o me haya vuelto loco con ideas esotéricas o menos objetivo. Cuando uno quiere lograr su estabilidad emocional acude a todo lo que pueda ayudarlo.
En la cultura china, los peces dorados son una especie de dragón que protegen los lugares, digamos las casas, de la energía negativa.
¿Qué planes tengo? Con el tiempo espero tener tres peces en el estanque. Para los chinos tener tres peces provee "yang", que es energía. Si tenemos dos peces dorados y un pez negro tendremos la combinación perfecta: los peces dorados nos proveerán buena suerte y energía; el pez negro nos proveerá protección. La forma curva y redondeada del estanque provee la energía "chi" al edificio, ya que el mismo posee muchas esquinas. ¡Horror! Es muy anguloso. Detesto esa insistencia en los rectángulos y cuadrados de muchos arquitectos. Por eso se aglomera tanto mal pensamiento. Nuestro edificio requiere suavizarlo para que ocurran mejores eventos, se generen mejores pensamientos, se tenga mejor voluntad hacia el próximo, no haya tanto interés en destacarse atropellando o aplastando al otro, se fomente un ambiente de paz y prosperidad. Eso también es Universidad.
Por ahora cuidemos el pez dorado. Velemos porque los usuarios no desenchufen la bomba de la fuente que cae al estanque para usar sus computadoras. El pececito moriría. También uno de nuestros sueños tenidos para bien.
Mantener unos peces en el estanque es una buena idea. Además, es entretenido y nos libera de tensiones. Al menos eso es lo que espero, ahora que después de treinta años calendario -me inicié aquí como Bibliotecario Auxiliar el 1ro de septiembre de 1976- trabajando todas las noches de lunes a jueves, sábado y domingo- paso por una crisis en este empleo. Cosas que espero que pasen pronto, porque he dejado mucho de mí en ete espacio. Hay mucho de mi espíritu en este ambiente donde tan vez he escrito una centena de poemas.
No soy muy dado a creer en ciertas cosas, pero con el intercambio de elementos y creencias de otras culturas, si alguna otra creencia me ayuda, la acepto. Este es el caso del Feng-Shui.
La palabra china para pez es "yu", que es la misma que se emplea para designar "éxito". Si se tienen unos cuantos peces en nuestro estanque, estos podrían anticipar el éxito que esperamos en nuestras vidas. Por esta razón he deseado contribuir con mi pececito dorado (Carassius auratus).
Mi pececito, recién adquirido, acaba de enviudar. Como salgo de viaje y no tengo quién lo cuide, lo traje al estanque de la Biblioteca. Tal vez aquí tenga mejor suerte que en el envase donde vivía y contribuya a un ambiente positivo. Me explico.
Mi pececito dorado está en el estanque porque poco a poco intereso cambiarle la energía negativa que últimamente se ha apoderado de nuestro ambiente de trabajo. Nos rodea una falta de paz. Hay una ruptura del ambiente espiritual que hemos luchado por mantener por años. No es que me haya vuelto pagano o me haya vuelto loco con ideas esotéricas o menos objetivo. Cuando uno quiere lograr su estabilidad emocional acude a todo lo que pueda ayudarlo.
En la cultura china, los peces dorados son una especie de dragón que protegen los lugares, digamos las casas, de la energía negativa.
¿Qué planes tengo? Con el tiempo espero tener tres peces en el estanque. Para los chinos tener tres peces provee "yang", que es energía. Si tenemos dos peces dorados y un pez negro tendremos la combinación perfecta: los peces dorados nos proveerán buena suerte y energía; el pez negro nos proveerá protección. La forma curva y redondeada del estanque provee la energía "chi" al edificio, ya que el mismo posee muchas esquinas. ¡Horror! Es muy anguloso. Detesto esa insistencia en los rectángulos y cuadrados de muchos arquitectos. Por eso se aglomera tanto mal pensamiento. Nuestro edificio requiere suavizarlo para que ocurran mejores eventos, se generen mejores pensamientos, se tenga mejor voluntad hacia el próximo, no haya tanto interés en destacarse atropellando o aplastando al otro, se fomente un ambiente de paz y prosperidad. Eso también es Universidad.
Por ahora cuidemos el pez dorado. Velemos porque los usuarios no desenchufen la bomba de la fuente que cae al estanque para usar sus computadoras. El pececito moriría. También uno de nuestros sueños tenidos para bien.