De esta forma de amar

1. Cuando llega el amor

De esta forma de amar
son testigos los astros.
Marte no era tan guerrero como decían,
porque hay horrores peores
al furor de un soldado rojo
detrás de los muros.

Ahora
que Marte se acercó más
disfrazado de planeta
comprendo la hipocrecía
en la tiniebla
de los que se han creído perfectos,
con la verdad en la mano
y la lengua de Dios vivo
en sus hocicos verdes,
mientras el universo
entra en una revelación
que nos concierne
a todos.

Llega la verdad del amor
que no encuentra fronteras
de carne y alma,
que se cobija
entre los brazos
del más fuerte,
que se fortalece
con el ansia del más débil
y que busca su espacio
para cantar.

2. Honestidad

La guerra entre los pueblos
es pellizco de ñoco
ante la guerra contra el amor.
Busco ansiosamente mi espacio
en el paredón de los amantes .
No concibo quedarme ausente de esta tortura
por confesar mi amor.
Muy fácil es proclamar
que amo lo contrario
con tal de salvar
pellejo y alma, fortuna y empleo,
no me publiquen en la prensa
y un hipócrita
me eche bendiciones.

Esta forma de amarnos
provoca una Guerra
tan fuerte
que Marte se ha puesto
de nuestro lado.

3. Extraño

De la forma de amar
es lo menos
que importa,
como quiera hablarán de mí,
envidiarán mis tibiezas
y la prole de amor
que me persigue.
Estoy tan al amparo del amor
como en una noche de luna.
Marte ha dado un poco más de sí
y me ha besado el ombligo.


4. Flor de pasión

El amor tiene su causa
y sus efectos.
Disfrutarte hasta el más leve movimiento
es mandato para perpetuarnos en la memoria de los otros .
O quedamos para siempre
o lucharán por borrarnos
para siempre.

Amarte en el momento difícil
rinde más,
y se ama más
a pesar de las perturbaciones.
Por eso haremos historia
aunque no haya libros
ni gente que nos entienda.

El fuego del cuerpo arde más en la noche.
Mi sangre late.
Te aprisiono en las sombras
de lo imaginado cuando no estás,
¿cuándo regresas?

Tortura no saberte aquí, huyente de la marca del mundo
como a veces yo.
Aún así, siento como una Guerra
en medio de nosotros.
Le llamo la pasión.

5. Bendición del amor

Si nos descubren
Que sea cuando hagamos un solo cuerpo.
Cuando un corrientazo
Nos fluya por dentro
Y hagamos la luz.

Qué delicia
El tenernos
Sin que nos posea la sábana del miedo
y no ataque una lluvia de vampiros.
Sentir esta liberación del alma
Como rompiendo las cadenas
Que impusieron para condenarnos.
Por eso algunas cadenas dan vida.

Si nos descubren,
que sea para decir
lo bien que hacemos el amor
en la boca de la noche
o en el mediodia tinto de un momento de lluvia.
Si nos descubren,
que sea para que ensayen
nuestra manera de amar,
se hagan todo melcocha
viviendo lo que sus ojos no pueden ver,
sentir lo que solo pueden imaginar
por la proximidad de sus narices.

Si nos descubren,
que sea para proclamar
nuestro encuentro con Dios.
Que las catedrales
aplaudan su bendición.
Que ellos callen para siempre.


6. La fuga

¿Sabes por qué a esta hora
se apagan los radios,
no suenan teléfonos,
los coches se aparcan en los garajes,
y todo el mundo está adentro?

Es por la hora del silencio.
Es la hora de nosotros hacer el amor .
Todo el mundo ha sintonizado
el juego de estrellas de nuestro cuarto
y el cartel de boxeo de la noche.
Hay binoculares enfocados en nuestra cama de luna
y la revuelta de nuestras tetillas en estrellas.
Pero cuando todo esto ocurra
ya tú y yo estaremos en otra galaxia.

7. La flauta

Hoy quiero
enviarte esta flauta
como si fuera un verso para cantar por el camino.
El sendero deja de ser duro cuando la apretamos
con los labios del amor,
con los mismos labios apasionados conque besamos
al amor que nos despertó en la adolescencia plena
-esa que a algunos nos ha llegado después de los cincuenta-.
La pasión para tocarla debe ser la misma,
la misma fuerza,
la misma intensidad
como si tuvieras
un encuentro con el aire,
aprisionándolo,
vocalizándolo
hasta asignarle un cuerpo.

La flauta del amor
es capaz de tumbarte desde el oído
de tan solo poseer el goce de escucharla
como cayeron en arrobo muchos santos y mártires.
Es flauta para no mantenerse de pie.
Es la flauta de los orgasmos sin pensamientos ni palabras, sino del estarse como lo hacen las salamandras,
los sapos, el ave del paraíso
y los humanos sin mucha conciencia
del disfrute silencioso y potente.
Flauta que alfabetiza en el lenguaje del silencio.. .
Por eso es flauta de la quietud.
Y es flauta de los cantares fáciles,
sin complicaciones,
sin escalas abruptas,
sin notas rebuscadas,
caída de agua sin ruta de montaña,
rocío sin hoja
sensación de tocar sin que medien las manos,
sensación de escuchar sin pasar por el tímpano
sensación de abrasar sin que se desplacen los cuerpos.
Es la flauta de la elevación
sin tener que llegar al cielo.
Es la flauta de los silenciados
los silenciosos,
los silentes,
y finalmente,
de los que no tenemos licencia
para callar.

8. Puente de la constitución, San Juan

Yo les tengo pavor a los puentes,
que me paralizan el alma,
o al menos la existencia cuando dudo que tengo alma.
Les tengo tanto pavor que siento
que el pene se me encoge
y se me reduce a un signo de admiración sin punto.
Las aguas me negrean el corazón
y pienso que si aquí estuvieras tú
nos estaríamos derritiendo los dos sin que estuviéramos montados
el uno sobre el otro.

Pero también le temo a las cavernas profundas
que me recuerdan un vientre a punto de abortar
tal vez el de mi madre
en un intento porque no naciera,
allá en el Santurce amargo del 1950
cruzado por la tragedia
de un ferrocarril oxidado.

Prefiero el nivel de las calles, aunque sean oscuras y polvorientas .
En ellas tengo la posibilidad de encuentrar el amor que más deseo, el llano,
el encuentro cercano con quienes son como tú y como yo,
amantes siempre amantes de uno, de varios a la vez, de todos, e irónicamente de ninguno,
porque ambos nos debemos a algo o a alguien sin debernos,
sin complicaciones,
sin alturas, sin ilusiones de encantamientos
para luego dejarte caer o hundirte en donde mi honestidad no llega.

Te confieso, le temo
a la altura de los puentes
que puedas levantar entre los dos.